Preparar tu propio jabón en casa es una experiencia sencilla y gratificante. No solo tienes el control de los ingredientes, también disfrutas de aromas y texturas que difícilmente se encuentran en los productos comerciales. Este jabón revitalizante de menta y eucalipto es una opción fresca y energizante, perfecta para quienes buscan empezar el día con una ducha estimulante o relajarse después de una jornada intensa.
La primera vez que lo preparé me llamó la atención la frescura que desprende al desmoldarlo. El aroma mentolado inunda la cocina y uno ya se imagina el efecto refrescante en la piel. Es casi como tener un pequeño spa natural en casa.
Por qué te encantará esta receta
Refresca al instante: el aceite esencial de menta aporta esa sensación fría y tonificante que despierta el cuerpo.
Purifica y revitaliza: el eucalipto ayuda a descongestionar y dejar una piel más fresca y limpia.
Toque cítrico opcional: la ralladura de limón le da un aroma alegre y luminoso, ideal para quienes disfrutan de fragancias vivas.
Fácil y rápido: en pocos pasos, obtienes jabones caseros listos para usar o regalar.
Ingredientes
1 taza de jabón de glicerina rallado
1 cucharada de aceite de coco (nutritivo y suavizante)
10 gotas de aceite esencial de menta (refrescante)
10 gotas de aceite esencial de eucalipto (purificante y revitalizante)
1 cucharadita de ralladura de limón (opcional, para frescura extra)
Moldes de silicona
Tip: utiliza moldes pequeños o con formas originales. Así no solo tendrás jabones prácticos, también decorativos y perfectos para regalar.
Paso a paso
- Derrite el jabón de glicerina: colócalo en un recipiente resistente al calor y funde a baño maría lentamente, removiendo para evitar burbujas.
- Agrega el aceite de coco: incorpora el aceite mientras el jabón aún está líquido y mezcla bien hasta obtener una textura uniforme.
- Incorpora los aceites esenciales: añade la menta y el eucalipto poco a poco, removiendo suavemente para conservar su aroma y propiedades.
- Aporta frescura cítrica: si lo deseas, agrega la ralladura de limón y mezcla hasta integrar.
- Vierte en moldes: distribuye la preparación en moldes de silicona y deja reposar al menos 6 horas a temperatura ambiente.
- Desmolda y conserva: una vez firmes, retira los jabones y guárdalos en un frasco hermético o envuélvelos en papel manteca.
Consejos para un mejor resultado
No sobrecalientes la glicerina: un exceso de calor puede afectar la textura del jabón.
Si quieres un efecto más intenso, añade unas gotas extra de menta, pero sin pasarte para no irritar la piel.
Prueba con combinaciones: este jabón también queda delicioso si sustituyes el limón por ralladura de naranja.
Cómo usarlo y conservarlo
Este jabón es ideal para la ducha diaria, especialmente en épocas de calor o después de hacer ejercicio. Refresca la piel, ayuda a liberar tensiones y deja una fragancia natural muy agradable.
Para conservarlo en buen estado, guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad. Si preparas varios, envuélvelos individualmente para que mantengan mejor su aroma y frescura. También son un detalle perfecto para obsequiar en ocasiones especiales.