Preparar jabón en casa es una manera sencilla de cuidar tu piel con ingredientes naturales y de calidad. Este jabón de leche de cabra y miel es una opción maravillosa si buscas un producto hidratante y calmante, ideal para pieles sensibles. Lo que más me gusta de esta receta es cómo la miel se combina con la suavidad de la leche de cabra, logrando una textura cremosa que deja la piel fresca y nutrida. La primera vez que lo hice me sorprendió lo rápido que se prepara y lo agradable que resulta al usarlo en la ducha.
¿Por qué te encantará esta receta?
Porque hidrata profundamente gracias a la leche de cabra, nutre y regenera gracias a la miel, aporta elasticidad con el aceite de almendras dulces y, además, la lavanda le da un aroma relajante perfecto para usar antes de dormir.
Los ingredientes que necesitas son muy simples:
1 taza de jabón base de leche de cabra.
2 cucharadas de miel pura,
1 cucharada de aceite de almendras dulces y 6 gotas de aceite esencial de lavanda.
Un consejo práctico: asegúrate de usar miel pura, ya que las versiones procesadas pierden muchas de sus propiedades beneficiosas.
El paso a paso es rápido y sin complicaciones. Primero derrite el jabón base de leche de cabra a baño maría o en el microondas en intervalos cortos. Luego incorpora la miel y el aceite de almendras dulces, mezclando bien para que se integren. Añade el aceite esencial de lavanda y revuelve hasta obtener una mezcla uniforme. Finalmente vierte la preparación en moldes de silicona y deja que solidifique durante varias horas hasta que esté listo para desmoldar.
Este jabón es perfecto para el uso diario, sobre todo si notas tu piel seca o con tendencia a irritarse. Al aplicarlo sentirás cómo limpia suavemente sin resecar y deja una sensación sedosa. Para conservarlo, guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad, y si preparas varias piezas puedes envolverlas en papel manteca o guardarlas en cajitas individuales. También es un detalle artesanal ideal para regalar a alguien especial.