Jabón de Café Exfoliante

Preparar tu propio jabón en casa no solo es una forma de cuidar tu piel de manera natural, también es una experiencia creativa y relajante. Este jabón de café exfoliante es una excelente opción si buscas una limpieza profunda que además estimule tu circulación y deje tu piel suave. Lo que más me gusta de esta receta es cómo aprovecha un ingrediente tan cotidiano como el café para convertirlo en un tratamiento de spa casero.

La primera vez que lo hice me sorprendió lo bien que huele y la textura granulada que deja en la piel: es como un exfoliante y un jabón en uno, práctico y eficaz.

Por qué te encantará esta receta

Exfoliación natural: el café molido ayuda a eliminar células muertas y deja la piel más luminosa.

Nutrición intensa: el aceite de coco y la miel aportan hidratación y suavidad.

Aroma estimulante: gracias al café y al aceite esencial, tendrás un jabón con fragancia energizante.

Fácil de preparar: en pocos pasos tendrás un producto artesanal con un acabado profesional.

Ingredientes

1 taza de jabón de glicerina rallado

2 cucharadas de café molido

1 cucharada de aceite de coco

1 cucharadita de miel pura

5 gotas de aceite esencial de canela o naranja (opcional)

Moldes de silicona

Tip: utiliza café recién molido para que conserve mejor sus propiedades y su aroma. Si prefieres una exfoliación más suave, opta por un molido fino en lugar de uno grueso.

Paso a paso

  1. Derrite el jabón de glicerina: colócalo en un recipiente resistente al calor y fúndelo lentamente a baño maría, removiendo de vez en cuando para evitar burbujas.
  2. Agrega el aceite y la miel: incorpora el aceite de coco y la miel, mezclando bien hasta que se integren.
  3. Incorpora el café: añade el café molido poco a poco, removiendo para que se distribuya de manera uniforme en la mezcla.
  4. Añade el aceite esencial (opcional): unas gotas de canela u naranja le darán un toque extra de aroma.
  5. Vierte en moldes: utiliza moldes de silicona y deja reposar a temperatura ambiente durante al menos 6 horas.
  6. Desmolda y guarda: una vez sólidos, retíralos de los moldes y guárdalos en un frasco o caja bien cerrada para conservar su frescura.

Consejos para un mejor resultado

No sobrecalientes la glicerina: un exceso de calor puede hacer que se evapore demasiado rápido.

Prueba con moldes pequeños: los jabones individuales son más fáciles de usar y prácticos para regalar.

Personaliza tu jabón: si te gusta un aroma más cítrico, opta por aceite esencial de naranja; si prefieres algo más cálido, elige canela.

Cómo usarlo y conservarlo

Este jabón es ideal para la ducha, especialmente en zonas donde la piel suele estar más áspera, como codos, rodillas o talones. Después de usarlo, notarás una sensación de frescor, suavidad y un aroma revitalizante que despierta los sentidos.

Para conservarlo, guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad. Si preparas varias piezas, puedes envolverlas en papel manteca o guardarlas en bolsitas de tela, perfectas incluso para regalar como detalle artesanal.

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