Jabón casero de zanahoria, miel y aceite de coco

Preparar tu propio jabón en casa es una de esas pequeñas experiencias que combinan creatividad y autocuidado. No solo ahorras dinero y evitas químicos innecesarios, también obtienes un producto personalizado para tu piel. Este jabón de zanahoria, miel y aceite de coco es una joya para quienes sufren de piel seca, apagada o con manchas.

La primera vez que lo hice, me sorprendió el tono cálido y dorado que le da la zanahoria al jabón, y cómo su aroma suave, combinado con la miel, deja una sensación casera y reconfortante, como si hubieras elaborado un tratamiento de spa en tu propia cocina.

Por qué te encantará esta receta

Revitaliza la piel: la zanahoria, rica en betacarotenos, aporta luminosidad y frescura.

Hidratación intensa: la miel y el aceite de coco nutren profundamente, ideales para pieles secas.

Limpieza suave: la glicerina vegetal limpia sin resecar y mantiene la humedad natural de la piel.

Toque aromático: unas gotas de aceite esencial de lavanda transforman la ducha en un momento relajante.

Un detalle que me encanta es que, a pesar de ser un jabón artesanal, queda con un acabado muy profesional y se conserva perfectamente si lo guardas bien.

Ingredientes

1 taza de puré de zanahoria cocida

3 cucharadas de miel pura

4 cucharadas de aceite de coco

250 g de glicerina vegetal (base para jabón)

10 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional)

Tip: procura que la zanahoria esté bien cocida y escurrida antes de hacer el puré. Así evitas que el exceso de agua afecte la consistencia final del jabón.

Paso a paso

  1. Derrite la glicerina: coloca la glicerina vegetal en un recipiente resistente al calor y fúndela a baño María o en microondas, removiendo de vez en cuando hasta que esté completamente líquida.
  2. Añade la zanahoria: incorpora el puré de zanahoria y mezcla bien para que se integre de manera uniforme.
  3. Agrega la miel y el aceite de coco: bate suavemente hasta que la mezcla quede homogénea.
  4. Perfuma el jabón (opcional): añade las gotas de aceite esencial de lavanda y vuelve a mezclar.
  5. Moldea: vierte la preparación en moldes de silicona y deja reposar a temperatura ambiente durante 24 horas.
  6. Desmolda y conserva: una vez sólido, retíralo de los moldes y guárdalo en un lugar fresco y seco.

Consejos para un mejor resultado

No sobrecalientes la glicerina; si hierve demasiado, puede perder transparencia y propiedades.

Usa moldes pequeños, así los jabones serán más prácticos de desmoldar y perfectos para regalar.

Si prefieres una fragancia diferente, prueba con aceites esenciales cítricos como naranja dulce o mandarina.

Cómo usarlo y conservarlo

Este jabón puede usarse a diario tanto en el rostro como en el cuerpo. Es ideal para la rutina de la mañana porque despierta la piel con frescura, y por la noche, porque limpia suavemente sin resecar.

Para conservarlo mejor, mantenlo en un lugar seco y fresco, lejos de la humedad constante de la ducha. Si preparas varias piezas, puedes envolverlas en papel manteca o guardarlas en cajitas individuales; además de durar más, resultan un regalo artesanal encantador.

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