Cuidar la piel no siempre requiere productos caros o difíciles de conseguir. A veces, los ingredientes más simples de la cocina pueden convertirse en aliados poderosos para tu rutina de belleza. Esta crema de pepino y yogur es la prueba perfecta: ligera, fresca y con un efecto calmante inmediato.
La primera vez que la preparé fue en verano, después de un día largo bajo el sol. Guardarla en la nevera y aplicarla fría fue como darle a mi piel un respiro instantáneo, una sensación que me recordó a los cuidados de spa, pero desde la comodidad de casa.
Por qué te encantará esta crema
Refrescante y calmante: el jugo de pepino alivia la piel cansada y aporta frescura inmediata.
Hidratación ligera: el yogur natural mantiene la piel suave sin dejar sensación grasosa.
Un toque nutritivo: el aceite de oliva refuerza la barrera de la piel y aporta elasticidad.
Sensación revitalizante: gracias al aceite esencial de menta, sentirás un frescor extra que despierta la piel.
Ingredientes
3 cucharadas de yogur natural sin azúcar
2 cucharadas de jugo de pepino fresco
1 cucharadita de aceite de oliva
5 gotas de aceite esencial de menta
Tip: si no tienes extractor, puedes rallar medio pepino y exprimirlo con un paño limpio para obtener el jugo fresco.
Paso a paso
- Mezcla la base: coloca el yogur y el jugo de pepino en un bol pequeño. Remueve hasta que estén bien integrados.
- Añade el aceite de oliva: mezcla de nuevo para darle a la crema un extra de nutrición.
- Incorpora la menta: agrega las gotas de aceite esencial de menta y revuelve hasta que quede homogéneo.
- Refrigera: guarda la crema en un frasco limpio y mantenla en la nevera. Aplícala siempre fría para potenciar la sensación refrescante.
Consejos para un mejor resultado
Aplícala en el rostro limpio con una capa fina y deja actuar de 10 a 15 minutos antes de enjuagar con agua fresca.
Úsala después de la ducha o tras la exposición al sol para calmar la piel más rápido.
Si tu piel es sensible, reduce la cantidad de aceite esencial de menta a 2 o 3 gotas.
Cómo usarla y conservarla
Esta crema es ideal para esos días en los que notas tu piel apagada o cansada. Yo suelo usarla por la noche como un tratamiento refrescante rápido y siempre noto mi rostro más suave al despertar.
Para conservarla, mantenla en un frasco cerrado en la nevera y úsala dentro de los 3 a 4 días. Al ser una preparación natural y sin conservantes, es mejor hacer pequeñas cantidades para disfrutarla siempre fresca.