Preparar tu propio bálsamo casero es una de esas experiencias que no solo resultan útiles, sino también muy gratificantes. Este bálsamo de cera de abeja y karité es un aliado perfecto para la piel seca, ya que combina ingredientes naturales que hidratan, protegen y reparan. Lo que más me gusta de esta receta es lo sencilla que es: en pocos minutos obtienes un producto artesanal con la textura y el aroma de un cosmético de alta calidad, pero hecho en tu cocina.
Recuerdo la primera vez que lo elaboré: me sorprendió la suavidad que aportaba en los labios y en las manos, especialmente en invierno, cuando la piel suele estar más sensible y agrietada.
Por qué te encantará esta receta
Protección natural: la cera de abeja crea una barrera que evita la pérdida de humedad.
Nutrición intensa: la manteca de karité es conocida por sus propiedades reparadoras y emolientes.
Textura suave y ligera: gracias al aceite de coco y al aceite de oliva, se absorbe fácilmente sin dejar sensación grasa.
Aroma relajante: unas gotas de aceite esencial de lavanda o caléndula aportan un toque calmante y fresco.
Fácil de preparar: en menos de media hora tendrás un bálsamo casero listo para usar o regalar.
Ingredientes
2 cucharadas de cera de abeja (protege y aporta consistencia)
2 cucharadas de manteca de karité (nutritiva y reparadora)
1 cucharada de aceite de coco (hidratante y suavizante)
1 cucharada de aceite de oliva virgen (rico en antioxidantes)
5 gotas de aceite esencial de lavanda o caléndula (calmante)
Tip: si quieres un bálsamo con un toque más firme, añade un poco más de cera de abeja. Si prefieres que sea más cremoso, aumenta la cantidad de manteca de karité.
Paso a paso
- Derrite la base: coloca la cera de abeja y la manteca de karité en un recipiente resistente al calor y derrítelas a baño maría, removiendo de vez en cuando para que no se quemen.
- Añade los aceites: incorpora el aceite de coco y el aceite de oliva. Mezcla bien hasta lograr una textura uniforme.
- Integra el aroma: retira del fuego y añade las gotas del aceite esencial que hayas elegido. Revuelve suavemente para que se reparta de manera homogénea.
- Enfría y solidifica: vierte la mezcla en un tarro pequeño de vidrio y deja que repose hasta que se enfríe y endurezca.
En poco tiempo tendrás un bálsamo con una textura perfecta y un aroma delicado.
Consejos para un mejor resultado
Usa recipientes de vidrio o aluminio pequeños: así podrás llevar tu bálsamo en el bolso o regalarlo fácilmente.
Si lo quieres aún más nutritivo, puedes añadir unas gotas de aceite de vitamina E.
Evita calentar demasiado los aceites para que conserven todas sus propiedades.
Cómo usarlo y conservarlo
Este bálsamo es ideal para aplicar en codos, talones, manos y labios, o en cualquier zona que tienda a resecarse. Notarás cómo la piel se suaviza al instante y queda protegida durante horas.
Para conservarlo, guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa. Su duración puede ser de varios meses sin problema, aunque probablemente lo uses tanto que se acabará mucho antes.